Regresar con Dios

Todos y todo está compuesto por energía, nuestros pensamientos y emociones también lo son. Este ejercicio se refiere a mantener el contacto con la fuente de toda la energía positiva.

En nuestro día a día solemos tener muchas labores que atender y por lo general, nuestra atención suele estar enfocada en muchas cosas a la vez, por ejemplo cuando vamos conduciendo nuestro automóvil, estamos atentos a respetar las señales de tránsito, a los otros conductores y a no colisionar contra nada, sin embargo, podemos estar pensando a la vez que conducimos, en todos los deberes que tenemos que realizar cuando lleguemos a nuestro destino, o planificando el resto de nuestro día o el día siguiente, o recordando situaciones pasadas que aunque son pasadas, hay que resolver. 

Hay muchas cosas en nuestra mente todo el tiempo, y son pocas aquellas que tienen nuestra atención consciente. La mente va de un lado a otro en el tiempo, de pasado a futuro y de futuro a pasado y son pocas ocasiones en las que estamos "presentes en el presente". Estamos constantemente recreando y reproduciendo energía mental y emocional a través de dicho movimiento de pasado a futuro, lo cual puede resultar agotador y puede ser la causa de nuestros continuos malestares físicos y emocionales.

La fuente de energía universal (también conocida como la matriz, el todo, y Dios), es el vacío y el silencio, y es la consciencia plena transitando en el aquí y el ahora. Por ello, la forma de contacto directo con la fuente se produce en el aquí y el ahora. Es esa la importancia de todos las formas de meditación existentes.

La atención consciente se trata de estar en el aquí y el ahora, sin que la mente nos traslade al momento pasado o al momento futuro. Este acto nos conecta con Dios (la fuente, la matriz), ya que cuando vaciamos nuestra mente de pensamientos, hay un "auto stop" de emociones, hay vacío que puede ser llenado con la energía universal, sólo hay que abrir un espacio.

Entonces, comienza poco a poco. Tómate unos momentos antes de dormir, al levantarte o durante el día, para enfocar tu atención y tú consciencia en tu inhalación y exhalación, ya que la respiración es lo único constante en el presente, así que nos ayuda de guía. Y ten la intención constante de estar en el momento presente. Tu mente se irá de nuevo o al futuro o al pasado, es entonces cuando debes decirte a ti mim@ "regreso al espacio en el que percibo a Dios, regreso al presente, regreso al aquí y al ahora". 

¿Qué ocurre cuando mi mente vaga entre el pasado y el futuro?

Cuando la mente viaja al pasado, como ya no existe y no podemos regresar a él, se generan sentimientos de nostalgia, y a veces de tristeza o ira... Cuando la mente se concentra en el futuro, ya que es algo que no existe aún, se produce ansiedad y miedo... Energéticamente, este "movimiento", nos conecta con ego al reproducir sólo emociones negativas que les mencioné antes.

Por ello, disponte todos los días a estar en el aquí y el ahora... Y cuando la mente se ponga inquieta y quiera refugiarse de nuevo en el pasado o en el futuro, disponte a "regresar" con Dios a donde él reside en el momento presente...

Eckhart Tolle. El Idioma que Dios habla.

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